La FIFA brindó un dato más que interesante, cuando se anunció que Gianluca Rocchi será el arbitro encargado de impartir justicia en el partido de la Semifinal entre Al Ain y River, pero en la memoria esta presente el recuerdo cuando dirigió el 3-0 de México a la Argentina en el Mundial Sub 17 de 2013 o el amistoso de la Selección contra Rumania, aquel en el que Lionel Messi vomitó en pleno campo de juego. De acuerdo al historial del arbitro Rocchi, tiene su manchita sobre el silbato. O casi.
Este árbitro nacido hace 45 años en Firenze arrancó dirigiendo en Serie C allá por el 2000. En la 2003-04, en un Lecce-Reggina de última fecha, debutó en la A, donde ya acumula unos 250 partidos (sin incluir, claro, prestigiosos encuentros a nivel UEFA, como la final de la Supercopa europea entre Real Madrid y Manchester United). Pero promediando su ascenso en arbitraje italiano (hoy se lo considera, según la IFFHS, el mejor sexto juez del mundo), la lupa se posó sobre él...
Un, en principio, pobretón Chievo Verona-Lazio lo puso contra las cuerdas en 2005. El Calciopoli lo dejó tambaleando al punto de que Carmine Espósito, fiscal general adjunto de Nápoles, llegó a pedir 16 meses de prisión para él por considerarlo juez y parte del sistema de corrupción que sacudió el fútbol italiano a principios del Siglo XXI. Semejante movida escandalosa involucró directamente a Juventus, Milan, Fiorentina, Lazio y Reggina, y consistía en la designación arbitraria de pitos a cambio de dádivas por buenos resultados.
Por suerte para Rocchi, la Justicia le hizo un guiño y lo sobreseyó. Fue uno de los pocos... A Luciano Moggi, por caso, presidente de la Juventus, le dieron cinco años de suspensión, uno más que el árbitro Massimo De Santis. A su vez, la Vecchia Signora cayó en el descenso, le quitaron dos títulos, así como el Milan perdió 30 puntos, como la Lazio y Fiorentina, y Reggina debió pagar una multa de 68.000 dólares.
Este árbitro nacido hace 45 años en Firenze arrancó dirigiendo en Serie C allá por el 2000. En la 2003-04, en un Lecce-Reggina de última fecha, debutó en la A, donde ya acumula unos 250 partidos (sin incluir, claro, prestigiosos encuentros a nivel UEFA, como la final de la Supercopa europea entre Real Madrid y Manchester United). Pero promediando su ascenso en arbitraje italiano (hoy se lo considera, según la IFFHS, el mejor sexto juez del mundo), la lupa se posó sobre él...
Un, en principio, pobretón Chievo Verona-Lazio lo puso contra las cuerdas en 2005. El Calciopoli lo dejó tambaleando al punto de que Carmine Espósito, fiscal general adjunto de Nápoles, llegó a pedir 16 meses de prisión para él por considerarlo juez y parte del sistema de corrupción que sacudió el fútbol italiano a principios del Siglo XXI. Semejante movida escandalosa involucró directamente a Juventus, Milan, Fiorentina, Lazio y Reggina, y consistía en la designación arbitraria de pitos a cambio de dádivas por buenos resultados.
Por suerte para Rocchi, la Justicia le hizo un guiño y lo sobreseyó. Fue uno de los pocos... A Luciano Moggi, por caso, presidente de la Juventus, le dieron cinco años de suspensión, uno más que el árbitro Massimo De Santis. A su vez, la Vecchia Signora cayó en el descenso, le quitaron dos títulos, así como el Milan perdió 30 puntos, como la Lazio y Fiorentina, y Reggina debió pagar una multa de 68.000 dólares.
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