Mantener la calma el primer objetivo de San Martín

“No es un mal comienzo, sino que todavía nos estamos adaptando a una nueva categoría. Nos estamos afianzando como equipo y a partir de que pasen los partidos vamos a ir acomodándonos”. La frase de Darío Forestello, post práctica de jueves, es una clara señal de que en San Martín piensan parar la pelota y estudiar minuciosamente antes de dar los pasos siguientes.

Tras el empate en el debut, llegó la derrota en la casa de Rosario Central y muchos hinchas se crisparon al ver al equipo sumergido en la tabla de promedios. Pero puertas adentro, la desesperación no es tal. “Llevo 150 partidos dirigiendo en Primera y sé cómo es esta historia. La intranquilidad es extrafutbolística, de las puertas del club hacia afuera”, explica el entrenador, que no piensa dejarse llevar por la ola de gritos que exigen triunfos y más triunfos. “Trabajo siempre igual, ganando, empatando o perdiendo; siempre estoy tranquilo y lo demostré la temporada pasada. Mi objetivo es trabajar intentando que el equipo sea competitivo; y en eso estamos”, agrega.

El “Santo” mejoró un poco en cuanto al juego en el último partido, pero la derrota dejó un sabor mucho más amargo que tras el debut, en el que el equipo sumó un punto. Por eso, desde Bolívar y Pellegrini piden un poco de mesura. “Tampoco hay que alarmarse y crear una psicosis donde no la hay”, pide Matías Cahais, uno de los futbolistas con más rodaje del plantel. “Si ganamos dos o tres partidos seguidos nos vamos a encontrar arriba de todos y tampoco es la realidad. Hay que mantener la calma porque van dos fechas; y si con dos fechas nos ponemos así, el año que viene vamos a estar tomando Rivotril. No me parece... tenemos que estar tranquilos”, planta bandera el central, pensando sólo en trabajar para corregir esos errores que impidieron que el equipo pueda sacar más puntos de los que hoy dispone.

Contra Unión, el equipo estuvo flojo en la generación de juego, pero se mostró lúcido para aprovechar su momento. Eso sí, falló en la contención, no supo cerrar el partido y terminó regalando dos unidades que parecían estar dentro de la bolsa. En cambio, en Rosario, San Martín mostró un poco más de juego colectivo, pero esta vez falló en la definición y pagó caro cada uno de los errores en defensa.

Por eso, Forestello planeó una semana intensa buscando que el equipo encuentre el nivel que él pretende. “Lo principal que debemos hacer es tener más control de partido y generar más situaciones, como lo hacíamos en la B. Por eso hay que mejorar en la confianza que teníamos para asociarnos o para encarar. Hay que seguir trabajando tranquilos, porque cuando se trabaja bien los resultados tarde o temprano llegan”, asegura.

El duelo contra Gimnasia casi que obliga al “Santo” a sumar de a tres contra un rival que históricamente lo superó. De 11 juegos en la máxima categoría, San Martín (T) ganó dos, el “Lobo” siete y empataron dos veces. Los últimos tres cruces fueron favorables a los platenses por 1 a 0; y la última victoria “santa” se remonta al Apertura 1992, cuando triunfó por 3 a 1 en El Bosque. “No hay que desesperarse. Hay que jugar al fútbol, mejorar el rendimiento colectivo y ganar”, cierra Cahais dejando en claro que el mensaje es contundente: hay que mantener la calma.

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