Central se consagro como único puntero del campeonato hasta ahora, el equipo del Patón Bauza sigue pisando fuerte y los mira a todos desde arriba, no fue sencillo, porque San Matín fue decidido a buscar los tres puntos tan deseados.
En el inicio de partido, la visita impuso un planteo táctico que incomodó a un Canalla que no encontraba los caminos. La presión en el medio de Purita, Altuna y García dio buenos resultados y anularon a Gil y a Ortigoza, los principales generadores de juego. Así, el Ciruja sacó provecho de la situación y estuvo a punto de abrir el marcador: a los 17 minutos, después de tres cabezazos dentro del área, la jugada no terminó en gol porque el travesaño le ahogó el grito a Altuna.
Y cuando parecía que a Central se le venía la noche, y no precisamente porque empezaba a caer el sol, el que se iluminó fue Washington Camacho. Gil arrancó desde su campo y se la pasó al uruguayo, quien rápidamente jugó con Ruben. Y tras un pase para Zampedri que dio en la mano de Acevedo y un mal despeje de Cahais, Camacho aprovechó y sacó un gran latigazo de zurda desde afuera del área que sorprendió a Arce. ¡1-0 y delirio!
A partir de ese momento, Central se sacó la mochila, empezó a jugar más liberado y justificó el resultado. Zampedri metió un cabezazo en el palo y Parot, por definir con la derecha, su pierna menos hábil, se la entregó al arquero. Por su parte, los tucumanos no se resignaron, pero Espíndola se encontró con un atajadón de Ledesma.
En la segunda mitad, Bauza ordenó a su equipo, lo plantó bien el campo y casi no sufrió sobresaltos gracias a la gran solidez defensiva que viene demostrando. A pesar de que se apagaron algunos focos de la cancha y el árbitro detuvo el partido por unos instantes, Central no quiso sufrir y lo liquidó a tiempo: linda pared entre Camacho y Parot, centro atrás del lateral y el goleador Zampedri (segundo grito consecutivo) la mandó a guardar. Así, el Canalla se abrazó a la punta y continúa con puntaje perfecto (tres jugados, tres ganados) y con la valla invicta. Sí, la mano del Patón ya se nota y la gente, a pesar de que falta mucho campeonato por delante, es pura ilusión.
En el inicio de partido, la visita impuso un planteo táctico que incomodó a un Canalla que no encontraba los caminos. La presión en el medio de Purita, Altuna y García dio buenos resultados y anularon a Gil y a Ortigoza, los principales generadores de juego. Así, el Ciruja sacó provecho de la situación y estuvo a punto de abrir el marcador: a los 17 minutos, después de tres cabezazos dentro del área, la jugada no terminó en gol porque el travesaño le ahogó el grito a Altuna.
Y cuando parecía que a Central se le venía la noche, y no precisamente porque empezaba a caer el sol, el que se iluminó fue Washington Camacho. Gil arrancó desde su campo y se la pasó al uruguayo, quien rápidamente jugó con Ruben. Y tras un pase para Zampedri que dio en la mano de Acevedo y un mal despeje de Cahais, Camacho aprovechó y sacó un gran latigazo de zurda desde afuera del área que sorprendió a Arce. ¡1-0 y delirio!
A partir de ese momento, Central se sacó la mochila, empezó a jugar más liberado y justificó el resultado. Zampedri metió un cabezazo en el palo y Parot, por definir con la derecha, su pierna menos hábil, se la entregó al arquero. Por su parte, los tucumanos no se resignaron, pero Espíndola se encontró con un atajadón de Ledesma.
En la segunda mitad, Bauza ordenó a su equipo, lo plantó bien el campo y casi no sufrió sobresaltos gracias a la gran solidez defensiva que viene demostrando. A pesar de que se apagaron algunos focos de la cancha y el árbitro detuvo el partido por unos instantes, Central no quiso sufrir y lo liquidó a tiempo: linda pared entre Camacho y Parot, centro atrás del lateral y el goleador Zampedri (segundo grito consecutivo) la mandó a guardar. Así, el Canalla se abrazó a la punta y continúa con puntaje perfecto (tres jugados, tres ganados) y con la valla invicta. Sí, la mano del Patón ya se nota y la gente, a pesar de que falta mucho campeonato por delante, es pura ilusión.
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