Demostró su poderío

River demostró una vez más su carácter, personalidad, presencia y convicción en una parada brava fue tan imponente que hizo disminuir a la nada a un gran rival como Racing. Ellos llegaban mejor pero este River del Muñeco dice presente en las difíciles. Fue una actuación descomunal de todo el equipo, del primero al último, con una concentración y un esfuerzo al cien. Una fortaleza mental para hacerse cargo de una serie chiva y sobreponerse a todas las dificultades que fueron surgiendo en el camino, incluyendo bajas de jugadores que son claves en este equipo, como el Pity.

Fue la noche perfecta, nadie podía imaginar, ni el más optimista, un partido definido prácticamente en un tiempo cuando el 2-0 quedó corto, vimos un rival, sin poder meterla contra equipos que se cierran bien. Racing, lógicamente, tiene otra exigencia y en desventaja dio los espacios que el fútbol de River encontró para explotar con precisión quirúrgica.

El primer gol es el más importante, por la confianza y el movimiento que implica en el juego, Y ese primer gol lo hizo Pratto. El mismo Pratto que venía siendo hostigado severamente desde esta columna por sus bajas actuaciones y goles fallados, algunas torpezas y otras yerbas. Fue una crítica ácida y profunda, tal vez un toque teatralizada y por lo tanto al límite de la exageración. Hoy puedo confesar el verdadero motivo: esa crítica hostil fue parte de una estrategia para que Pratto nos cerrara el que te jedi a todos con una actuación descomunal en el partido que más lo necesitábamos.

Comentarios