Marruecos e Irán debutarán en el Mundial Rusia 2018 en un enfrentamiento en el San Petersburgo Arena, en el que ambos combinados intentarán comenzara erigirse como la sorpresa de un Grupo B que arranca con España y Portugal como claros favoritos.
Las dos selecciones, que disputarán un partido inédito en los Mundiales, son equipos muy parejos, con un sistema de juego similar y con entrenadores fuertes.
Ninguna de las dos ha comenzado una Copa del Mundo ganando: Marruecos, que retorna al torneo dos décadas después (su última participación fue en Francia 1998) se estrenó con derrota en 1970, empató en 1986, perdió en 1994 e igualó en 1998. Irán cayó en su estreno en 1978, también lo hizo en 1998 y 2006, y empató en 2014.
Las dos escuadras recibieron escasos goles tanto en los partidos de clasificación como en los amistosos previos. La defensa marroquí liderada por el central Mehdi Benatia no concedió un solo gol en los partidos decisivos de la ronda africana de clasificación. Por su parte Alireza Beiranvand, el guardameta iraní, no recibió tantos en nueve de los diez partidos de clasificación.
Por Marruecos, Renard apostó en los últimos partidos por Khaled Boutaïb como referencia en ataque, y eligió dejar las bandas a Nordin Amrabat y Karim Ziyach. Confía en la experiencia en el medio de Younes Belhanda y en la habilidad de Sofiane Boufal, autor este año del mejor gol de la Premier League para Southampton.
El once de Irán partirá con la joven promesa Sardar Azmoun en el ataque, y con Alireza Jahanbakhsh (AZ Alkmaar), máximo goleador de la pasada liga holandesa con 21 tantos. El talentoso Said
Ezatolahi se perderá el debut por la expulsión que vio ante Corea del Sur en la fase de clasificación.
En la siguiente jornada, los marroquíes se las verán con Portugal en el estadio Luzhniki de Moscú, y los iraníes lo harán con la selección española en Kazán.
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